Los Libros Olvidados

Sólo queda tu nombre escondido en el tiempo,
un idilio que hoy es canción de mi ayer,
desolada aventura en fuentes que son
como rosas marchitas tiradas al viento.

En canciones serás esa dama escogida,
en los días de sol el más bello paisaje,
en los sueños vendrás alumbrando el camino,
en la lluvia el dolor de buscar mi destino.

Por amarte crucé las primicias de invierno,
le pedí al horizonte colores del alba,
te los di con el alma de cada poema,
ilusiones que hoy solamente dan pena.

Me tiré a navegar en un mar que me mata,
con tu amor como luz me guiaba en las sombras,
eras más que sentir la presencia de alguien,
eras más que volar y llegar al instante.

En la barca de fe navegábamos juntos,
se engendró aquel amor, nos llegaron caricias,
juntos fuimos calor, melodías, simientes.
¿Qué distancia podría matar lo que nace?

Ahora yace perdido, tan solo, desierto
ahora es verte sin mí y sólo añorarte,
ahora va a la deriva, cansado y sin rumbo
ese amor que fue grande, bello y profundo.

¿Dónde estás con tu voz compañera del alba?
Mi verdad ya lo ves no ha dejado de hablarte.
¿Te han herido tan cruel y no encuentras la senda,
o tal vez la razón es que nunca me amaste?

Sólo queda mi nombre escondido en el tiempo,
un idilio que hoy es canción de tu ayer,
desolada aventura en fuentes que son
mis palabras marchitas tiradas al viento.